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CACHORRO É MELHOR QUE GENTE

Este blog é para aquelas pessoas que como eu são apaixonadas por cachorros e conhecem o amor e lealdade incondicionais desses animais.

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sexta-feira, 17 de junho de 2016

Leishmaniosis Canina


Todo el que tiene animales de compañía, y sobre todo perros, ha oído hablar de la Leishmaniosis canina, ya que es una enfermedad de aparición muy frecuente en nuestra zona geográfica. Por eso es de nuestro interés informar a los propietarios de perros, a través de las preguntas que más a diario recibimos sobre la enfermedad. Esperamos que le sea útil, y para cualquier aclaración o ampliación de datos estamos siempre a su entera disposición.

Quién produce la Leishmaniosis en los perros.

El agente causante de la Leishmaniosis es un parásito unicelular llamado Leishmania Infantum, que vive dentro de las células sanguíneas.

Cómo adquiere la enfermedad mi perro.

La enfermedad se propaga entre los perros a través de las picaduras de mosquitos, en especial el Phlebotomus, que habita en la cuenca mediterránea. El contagio se realiza cuando la hembra del mosquito pica a un perro infestado de Leishmania, lo mantiene en su aparato digestivo, y el parásito sufre allí una serie de transformaciones, que demoran de 4 a 20 días, para así ese mosquito cuando pique a otro perro, contagiarlo.

Es posible el contagio por contacto directo con heridas, saliva, durante peleas, juegos, etc. La respuesta es que no. Como explicamos antes, es necesario que intervenga el mosquito, ya que es allí donde el parásito sufre las transformaciones necesarias hacia su forma infectante. Otras formas de contagio son estadísticamente difíciles.

Qué perros tienen más riesgo de contagio.

Los perros con más riesgo de contraer la enfermedad son aquellos que viven todo el tiempo en el jardín, y sobre todo aquellos que duermen fuera toda la noche, ya que el hábito del mosquito es picar al anochecer y al amanecer.

Las personas pueden sufrir la enfermedad. ¿Y otros animales?.

Si, las personas y muchos mamíferos, entre ellos los gatos, son susceptibles de contraer la enfermedad. Pero a diferencia de estos, la especie canina tiene una particular susceptibilidad a padecer la enfermedad, ya que su sistema inmunitario no es capaz de combatir correctamente al parásito como las otras especies.

En el área mediterránea la Leishmaniosis humana es de muy baja incidencia, y normalmente la padecen personas con su función inmunitaria disminuida (enfermos de SIDA, personas sometidas a tratamientos inmunosupresores, trasplantados, tratados con quimioterapicos, etc.)

Aumenta el riesgo de contagio a las personas el convivir con un perro enfermo de Leishmaniosis.

No, el riesgo de contagio ya existe por el hecho de vivir en una zona endémica de Leishmaniosis, o sea una zona donde la enfermedad es de aparición frecuente todos los años. Por lo que recalcamos que no hay mayor riesgo al vivir con un perro enfermo, incluso estando en contacto con su sangre a través de una herida o de pincharnos con una aguja con su sangre, porque recordemos que se necesita que el parásito que está en esa sangre, “viva” de 4 a 20 días en el mosquito para así adquirir capacidad infectante.

Sintomatología.

La sintomatología clínica puede ser muy variada dependiendo del grado de infestación, el estado inmunitario del hospedador, el tiempo de evolución y los órganos afectados.

Existen distintas formas de la enfermedad:

Cutánea:

Los signos cutáneos más frecuentes son:

Engrosamiento cutáneo y crecimiento excesivo de las uñas (hiperqueratosis).

Pérdida del pelo alrededor de los ojos.

Úlceras mucocutáneas, heridas que no cicatrizan.

Nódulos intradérmicos principalmente en hocico, orejas y cojinetes plantares.

Visceral:

Es la forma más grave de la enfermedad, los síntomas de esta variante incluyen:

Fiebre persistente.

Pigmentación de la piel.

Pérdida de peso (adelgazamiento progresivo).

Poliuria -polidipsia (orinan y beben mucho: indicativo de lesiones renales).

Ganglios aumentados de tamaño.

Hemorragias nasales.

Cojeras (poliartritis).

Otros: trastornos digestivos, insuficiencia hepática, alteraciones hematopoyéticas.

Cómo se diagnostica la enfermedad.

Se realiza un análisis de sangre, que detecta la presencia de anticuerpos circulantes de Leishmania Infantun, o sea demuestra que el perro ha sido picado por un mosquito portador.

Cuál es el período de incubación de la enfermedad.

El período de incubación puede variar entre 3 y 18 meses. De forma excepcional, la enfermedad puede permanecer en latencia durante varios años. Algunos perros son resistentes y, aunque reciban picaduras de los flebotomos, nunca mostrarán síntomas de la enfermedad siempre y cuando estén correctamente alimentados y no estén sometidos a estrés. Esta resistencia, probablemente, está determinada genéticamente.

Cuál es la época de riesgo.

La temporada de mosquitos comienza con el calor, normalmente en mayo y finaliza en septiembre u octubre si se prolonga el verano. Los mosquitos permanecen durante el invierno en estado de larvas cuaternarias. En las zonas más cálidas de España encontramos mosquitos prácticamente todo el año.

Mi perra tiene Leishmaniosis. ¿Puede criar?.

La enfermedad no se transmite a través del útero, ni por la leche, así que los cachorros nacerán sanos, pero desaconsejamos la reproducción en los animales enfermos, ya que el gasto orgánico y el stress de una gestación y lactación normalmente llevan a un empeoramiento del estado de la perra y a la aparición de nuevas lesiones y síntomas. Por lo mismo desaconsejamos la utilización de animales enfermos como cazadores o animales de exposición y competencia.

Mi perro esta aparentemente sano. ¿Puede tener Leishmaniosis?.

Si, ya que el periodo de incubación de la enfermedad, desde la picadura del mosquito hasta la aparición de los primeros síntomas puede ser de varios meses, por lo que un perro clínicamente sano puede estar incubando la enfermedad. 

Estos perros sin síntomas pueden ser detectados por técnicas de diagnóstico precoz, siendo los perros detectados en esta fase los que presentan mejores perspectivas, ya que se los comienza a tratar cuando aún el parásito no ha lesionado ningún tejido en forma severa aún. Nosotros recomendamos el control mediante test sanguíneo una vez al año, siendo lo ideal realizarlo de ser posible en forma semestral.

Podemos curar la Leishmaniosis.

Si, pero es conveniente recalcar que la efectividad del tratamiento siempre va a estar condicionado a la fase en la que se tome a la enfermedad, el estado del perro antes y durante el proceso, a las lesiones producidas, al grado de infestación, etc. Pero es importante saber que los perros no siempre se llegan a curar totalmente de la enfermedad. 

Los perros enfermos deben ser controlados periódicamente con análisis sanguíneos y tratados de nuevo si hay indicios de recaídas. El objetivo del tratamiento es que los perros no presenten ningún síntoma y permanezcan clínicamente sanos. 

Aquellos perros que al momento del diagnóstico presentan una insuficiencia renal son los que tienen un pronóstico menos favorable y van a requerir mayores cuidados y esfuerzos para salir adelante.

Los medicamentos más usados.

Glucantime. Está compuesto por antimonio, el cual, daña al hígado. También provoca insuficiencia renal, problemas en articulaciones y dolor abdominal, entre otros. Es un leishmanicida.

Zyloric. Formado por Alopurinol. Se puede dar toda la vida para controlarle, ya que se puede volver a activar. No lo mata, solo lo mantiene en cantidades mínimas.

Podemos hacer algo para prevenir la enfermedad.vacuna leishmaniosis

Si, ya han desarrollado la nueva vacuna contra la leishmaniosis se puede aplicar a los cachorros sanos a partir de los seis meses de edad. De los perros vacunados contra la leishmania, el 92,7% no desarrollará síntomas clínicos, según comenta Juan Antonio Aguado, veterinario y profesor de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid. 

Por el contrario, sin la vacuna, alrededor de un 20% de los perros contagiados por la enfermedad manifiesta síntomas. “La vacuna desarrolla inmunidad celular, es decir, las células destruyen la enfermedad”, explica Juan Antonio Aguado, quien añade que “los perros con anticuerpos no se pueden vacunar porque la vacuna no les cura”.

Para esto recomendamos las siguientes medidas:

No dejar a los perros dormir fuera.

Tratarlos en forma mensual con ectoparásiticidas, vía parenteral o del tipo spot on, como Frontline, Exspot, Scalibur, etc.

Realizar un chequeo sanguíneo semestral, para en caso de haberse producido el contagio, actuar de manera temprana.

Hay productos que protejan a mi perro.

Hay productos disponibles en spray en pipeta que dan una cierta protección contra la picadura del flebotomo. El último avance tecnológico es un collar con una eficacia demostrado del 95% frente a las picaduras de flebotomos (Scalibor® collar, disponible en su clínica veterinaria).

Dónde se encuentra la leishmaniosis canina en el mundo.

Entre otros lugares geográficos, aparece principalmente en muchos países de América Latina y en todos los países de la región mediterránea, incluyendo Portugal, España, Francia, Italia, Malta, Grecia, Turquía, Israel, Egipto, Libia, Túnez, Argelia y Marruecos.

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